Explorando las bases de la Ciencia Ciudadana en Europa

junio 19, 2025

    En 2014, la Comisión Europea publicó un documento que se convertiría en una de las piedras angulares para comprender y fomentar la ciencia ciudadana en Europa: el Libro Verde sobre Ciencia Ciudadana para Europa: hacia una sociedad de ciudadanos empoderados y una investigación mejorada, elaborado por el Consorcio SOCIENTIZE. Este informe, precursor del posterior Libro Blanco, no solo buscaba definir qué es la ciencia ciudadana, sino también establecer una guía inicial para su promoción, implementación y expansión en el contexto europeo.

    Ciencia ciudadana: ¿de qué estamos hablando?

    El Libro Verde define la ciencia ciudadana como “la participación del público general en actividades de investigación científica”, lo cual puede incluir desde la aportación de datos y conocimientos locales hasta la co-creación de proyectos con investigadores profesionales. Esta visión reconoce al ciudadano como un actor clave dentro del ecosistema científico, no como un sujeto pasivo.

    Desde nuestra perspectiva, defendemos un modelo inclusivo y participativo, que va más allá de la mera recolección de datos. Hablamos de una ciencia colaborativa, donde la ciudadanía participa también en el análisis, la formulación de hipótesis y la producción de nuevo conocimiento. Este enfoque busca construir una ciencia más abierta, democrática y orientada a las necesidades sociales.

    ¿Por qué es importante participar en ciencia ciudadana?

    La ciencia ciudadana representa un nuevo paradigma de ciencia abierta. Es una herramienta poderosa para:

    • Fortalecer la investigación científica.

    • Promover la educación y la alfabetización científica de la ciudadanía.

    • Fomentar la responsabilidad social de la ciencia.

    • Abordar retos globales desde lo local: como el cambio climático, la contaminación, la salud pública, o la pérdida de biodiversidad.

    El Libro Verde lo resume de forma contundente: “La ciencia ciudadana es una ciencia para la sociedad” (SOCIENTIZE, 2014, p.15).

    ¿Cómo se hace ciencia ciudadana?

    Según el Libro Verde, hay una serie de principios y prácticas que definen los proyectos de ciencia ciudadana:

    • Participación activa y voluntaria: no se requiere formación científica previa. Lo esencial es el compromiso con la generación colectiva de conocimiento (p. 6).

    • Diversidad de roles: los ciudadanos pueden observar, medir, registrar datos, pero también formular preguntas, interpretar resultados y codiseñar experimentos (p. 24).

    • Tecnologías accesibles: se emplean herramientas de bajo coste y de código abierto como apps móviles, sensores, plataformas digitales colaborativas y redes sociales (p. 31).

    • Impulso desde las comunidades: muchos proyectos nacen desde la sociedad civil (ONGs, redes vecinales, asociaciones), mientras que otros parten de universidades y centros de investigación que invitan a la colaboración (p. 28).

    • Ciencia abierta y transparente: se promueve el acceso libre a los datos, metodologías y resultados, así como la retroalimentación constante entre investigadores y ciudadanía (p. 31).

    • Orientación a problemas reales: la ciencia ciudadana se vincula a retos concretos y tangibles: medir la calidad del aire, mapear especies invasoras, evaluar servicios públicos, entre muchos otros (p. 29).

    Una ciencia más democrática es posible

    El Libro Verde sobre Ciencia Ciudadana continúa siendo una referencia clave para investigadores, responsables de políticas públicas y ciudadanos comprometidos. En un contexto de crisis múltiples —ambientales, sociales, sanitarias—, la ciencia ciudadana permite ampliar el alcance de la ciencia tradicional, fortalecer la legitimidad de los procesos de investigación y construir soluciones más inclusivas y contextualizadas. No se trata de que los resultados de investigación sean por votación popular o decidios por las mayorías, sino que el proceso de investigación sea participativo, transparente a los interesados en el proceso y que los resultados redunden en un beneficio de la sociedad. En definitiva, se trata de construir una ciencia con la sociedad y para la sociedad.

    Uno de los aprendizajes más relevantes que plantea el Libro Verde es la necesidad de crear redes de investigación colaborativas, tanto a nivel local como internacional. La ciencia ciudadana no debe ser un esfuerzo aislado, sino un proceso colectivo que se fortalece mediante el intercambio de experiencias, metodologías y aprendizajes. Estas redes permiten comparar prácticas, adaptar herramientas a distintos contextos y construir marcos comunes de referencia que favorezcan la innovación y la sostenibilidad de los proyectos. Solo a través de la cooperación entre instituciones académicas, organizaciones de la sociedad civil, administraciones públicas y comunidades locales podremos profundizar en el conocimiento sobre cómo hacer una ciencia ciudadana más inclusiva, efectiva y transformadora.

    En este artículo, hacemos referencia al Green Paper on Citizen Science for Europe: Towards a society of empowered citizens and enhanced research, elaborado para la Comisión Europea por SOCIENTIZE Consortium (2014).  Lo puedes descargar aqui

    O buscar a través de este vínculo:

    https://digital-strategy.ec.europa.eu/en/library/green-paper-citizen-science-europe-towards-society-empowered-citizens-and-enhanced-research

     

    Margarita Maas Moreno (CEIICH/UNAM)

    Patricia E. Almaguer Kalixto (IEDIS/GESES UNIZAR)

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